Técnicas mínimamente invasivas

Es importante entender que no todas las lesiones requieren intervención quirúrgica. En muchos casos, las lesiones pueden ser tratadas con enfoques menos invasivos que permiten una recuperación efectiva sin necesidad de pasar por el quirófano. Dependiendo de la naturaleza y la gravedad de la lesión, existen diversas opciones de tratamiento que pueden ser altamente eficaces y permiten al paciente evitar los riesgos y tiempos de recuperación asociados con la cirugía.

Una de las opciones más destacadas son las infiltraciones. Existen diferentes tipos de infiltraciones, como las de corticosteroides, ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas (PRP), que son utilizadas para reducir la inflamación, aliviar el dolor y promover la regeneración de los tejidos afectados. Estas técnicas tienen la ventaja de ser mínimamente invasivas, con tiempos de recuperación muy cortos y la posibilidad de realizarse en consultorio sin necesidad de hospitalización.

Desde nuestro punto de vista, siempre priorizamos una evaluación exhaustiva y un tratamiento personalizado para cada paciente. Si bien la cirugía es a veces necesaria, en muchos casos, las técnicas menos invasivas, como las infiltraciones, pueden ser una solución excelente para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida, permitiendo a los pacientes retomar sus actividades deportivas con mayor rapidez y evitando los riesgos de una intervención quirúrgica.

Infiltración corticoides
Infiltración corticoides

Tipos de infiltraciones

Cada tipo de infiltraciones tiene una función concreta, por lo que sus indicaciones también serán diferentes

Ácido Hialurónico

El ácido hialurónico es una opción terapéutica eficaz para tratar lesiones deportivas que afectan las articulaciones, sobre todo en aquellos casos con desgaste del cartílago articular. Su principal función es mejorar la lubricación articular, reduciendo el dolor y la rigidez, y favoreciendo el movimiento. Al administrar ácido hialurónico en la articulación afectada, se mejora la viscosidad del líquido sinovial, lo que contribuye a una mayor protección y disminuye el desgaste del cartílago. Esta técnica es especialmente útil en lesiones degenerativas y en pacientes que buscan una solución conservadora para evitar la cirugía, mejorando la función articular y promoviendo una recuperación más rápida.

Plasma Rico en Plaquetas (PRP)

El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) es una técnica innovadora que utiliza las propias plaquetas del paciente para promover la regeneración y curación de los tejidos lesionados, sobre todo actuando cómo un potente antiinflamatorio. En traumatología deportiva, el PRP se emplea para tratar lesiones tendinosas, musculares y articulares, acelerando la recuperación al estimular la reparación celular y modular la respuesta inflamatoria. Esta opción es especialmente útil en lesiones crónicas o cuando se busca evitar intervenciones quirúrgicas, ofreciendo una alternativa menos invasiva con excelentes resultados en la mejora de la función y el alivio del dolor.

Corticoides

Las infiltraciones de corticoides son una opción eficaz en el tratamiento de diversas lesiones deportivas, como tendinitis, bursitis o artritis, donde la inflamación es un factor clave en el dolor y la limitación funcional. Los corticoides actúan reduciendo la inflamación local, aliviando rápidamente el dolor y mejorando la movilidad, lo que permite a los pacientes retomar sus actividades con mayor comodidad. Aunque son una solución temporal, las infiltraciones de corticoides pueden ser una herramienta valiosa para controlar los síntomas y facilitar la rehabilitación, especialmente cuando otras opciones conservadoras no han tenido éxito.