Hombro

Anatomía del Hombro

El hombro es la articulación más flexible del cuerpo, lo que permite una amplia gama de movimientos como flexión hacia adelante, abducción, aducción, rotación externa, rotación interna y circunducción de 360 grados.

Por esta razón, la articulación del hombro se considera la más inestable del cuerpo, pero el soporte de los ligamentos, músculos y tendones proporciona la estabilidad necesaria.

Huesos del Hombro

El hombro es una articulación en forma de bola y cavidad, compuesta por tres huesos: el húmero, la escápula y la clavícula.

El extremo del húmero, o hueso del brazo superior, forma la bola de la articulación del hombro. Una cavidad poco profunda e irregular en la escápula, llamada cavidad glenoidea, forma el receptáculo donde encaja la cabeza del húmero. Estos dos huesos juntos forman la articulación glenohumeral, que es la principal del hombro.

Articulación glenohumeral
Articulación glenohumeral

La escápula es un hueso plano con forma triangular que constituye el omóplato. Sirve como punto de inserción para la mayoría de los músculos que proporcionan movimiento y estabilidad a la articulación. La escápula tiene cuatro procesos óseos: el acromion, la espina, el coracoides y la cavidad glenoidea. Los procesos acromion y coracoides sirven como puntos de anclaje para ligamentos y tendones.

La clavícula, o hueso de la clavícula, es un hueso con forma de S que conecta la escápula con el esternón. Forma dos articulaciones: la acromioclavicular, donde se articula con el proceso acromion de la escápula, y la esternoclavicular, donde se articula con el esternón. Además, la clavícula protege importantes nervios y vasos sanguíneos que pasan por debajo de ella desde la columna hacia los brazos.

Tejidos Blandos del Hombro

Los extremos de todos los huesos articulados están cubiertos por un tejido liso llamado cartílago articular, que permite que los huesos se deslicen entre sí sin fricción, posibilitando un movimiento suave. El cartílago articular reduce la presión y actúa como amortiguador durante el movimiento de los huesos del hombro.

La estabilidad adicional de la articulación glenohumeral la proporciona el labrum glenoideo, un anillo de cartílago fibroso que rodea la cavidad glenoidea. Este labrum aumenta la profundidad y la superficie de la cavidad, proporcionando un ajuste más seguro para la cabeza semiesférica del húmero.

Ligamentos del Hombro

Los ligamentos son fibras gruesas que conectan un hueso con otro. Los principales ligamentos del hombro incluyen:

Ligamentos coracoclaviculares: conectan la clavícula con el omóplato en el proceso coracoides.

Ligamento acromioclavicular: conecta la clavícula con el omóplato en el proceso acromion.

Ligamento coracoacromial: conecta el proceso acromion con el proceso coracoides.

Ligamentos glenohumerales: un grupo de tres ligamentos que forman una cápsula alrededor de la articulación del hombro, conectando la cabeza del húmero con la cavidad glenoidea. Esta cápsula forma un saco hermético alrededor de la articulación, proporcionando estabilidad y evitando la luxación.

Músculos del Hombro

El manguito rotador es el principal grupo de músculos de la articulación del hombro y está compuesto por cuatro músculos. Estos forman una funda alrededor de la cabeza humeral y la cavidad glenoidea, proporcionando estabilidad adicional mientras permiten una amplia gama de movimientos.

El músculo deltoides forma la capa externa del manguito rotador y es el músculo más grande y fuerte del hombro.

Tendones del Hombro

Los tendones son tejidos fuertes que conectan los músculos con los huesos, permitiendo que los músculos controlen el movimiento del hueso o la articulación. Los principales tendones del hombro son:

Tendones del bíceps: unen el músculo bíceps del brazo superior con el hombro y se dividen en la cabeza larga y la cabeza corta.

Tendones del manguito rotador: un grupo de cuatro tendones que conectan la cabeza del húmero con los músculos profundos del manguito rotador, proporcionando estabilidad y movilidad a la articulación.

Inervación

Los nervios transmiten señales del cerebro a los músculos para dirigir el movimiento (nervios motores) y envían información sensorial, como tacto, temperatura y dolor, desde los músculos al cerebro. Los nervios del brazo pasan por la articulación del hombro desde el cuello, formando un plexo en esta región llamado plexo braquial. Los principales nervios del plexo braquial incluyen el musculocutáneo, axilar, radial, ulnar y mediano.

Vascularización

Los vasos sanguíneos acompañan a los nervios para suministrar sangre al brazo. La arteria subclavia, que corre debajo de la clavícula, suministra sangre oxigenada al hombro. En la región de la axila, se denomina arteria axilar y, más abajo en el brazo, arteria braquial. Las principales venas que devuelven la sangre desoxigenada al corazón incluyen:

Vena axilar: drena en la vena subclavia.

Vena cefálica: situada en el brazo superior, se ramifica en el codo y drena en la vena axilar.

Vena basílica: corre opuesta a la vena cefálica, cerca del músculo tríceps, y drena en la vena axilar.

Lesiones más frecuentes

El hombro, al ser una de las articulaciones más móviles del cuerpo, es susceptible a diversas patologías que afectan su funcionalidad y calidad de vida. A continuación, detallamos las patologías más frecuentes:

1. Tendinitis del manguito rotador y roturas tendinosas: Ocurren debido a traumatismos agudos y/o procesos degenerativos, pudiendo ir de una ligera inflamación a la rotura completa del tendón. Los tratamientos incluyen fisioterapia, inyecciones de corticoides o PRPs, y en casos de rupturas o tendinopatías crónicas, la cirugía artroscópica.

2. Impingement del hombro: Se produce cuando el tejido blando entre el hueso del hombro y el manguito rotador se irrita o comprime por una inflamación crónica generalmente en un contexto de escaso espacio subacromial. El tratamiento incluye terapia física, infiltraciónes y, en algunos casos, cirugía artroscópica para aliviar la compresión.

3. Capsulitis adhesiva (hombro congelado): Esta condición causa rigidez y dolor debido al engrosamiento e inflamación de la cápsula articular. Se trata principalmente con fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios, infiltraciones intraarticulares y, si es necesario, liberación artroscópica de la cápsula.

4. Artritis del hombro: Puede incluir osteoartritis, artritis reumatoide o artritis postraumática, causando dolor y rigidez. Los tratamientos incluyen fisioterapia, infiltraciones y cirugía de reemplazo articular en casos avanzados.

5. Luxación e inestabilidad del hombro: Se caracteriza por la salida parcial o completa de la cabeza del húmero de la cavidad glenoidea. Puede ser una condición aguda por un traumatismo, o complicarse convirtiéndose en una patología recurrente por una mala cicatrización de las estructuras estabilizadoras o defectos óseos. El manejo inicial incluye reducción cerrada, inmovilización, y fisioterapia. En casos recurrentes, suele ser necesaria la cirugía para estabilizar el hombro reparando las estructuras dañadas.

6. Tendinitis bicipital: Inflamación del tendón del bíceps, a menudo causada por sobreuso. Se maneja con fisioterapia, antiinflamatorios, infiltraciones locales y, en algunos casos, cirugía.

7. Fracturas de clavícula y húmero proximal: Ocurren generalmente tras un traumatismo. El tratamiento depende de la gravedad, desde inmovilización con cabestrillo hasta cirugía para su síntesis o reemplazo por implantes protésicos.

8. Luxaciones acromio-claviculares: Contusiones directas sobre el hombro pueden ocasionar esta patología. En función del grado de lesión y del tiempo transcurrido puede ser necesaria la reparación quirúrgica.